Reflexiones

Sólo en tres actividades las mujeres cobran más que los hombres

08/03/2016 Pepe Albors

Mujeres y cooperativismo

LAS MODELOS, LAS ACTRICES PORNO Y EN LA PROSTITUCIÓN

 

Este titular es una realidad que me produce muchas reflexiones pero una muy evidente, “pese a que la mujer ha ido estrechando poco a poco las diferencias respecto a los hombres, en los países más desarrollados. Aún queda mucho camino por recorrer”

 

Este Blog es para hablar de temas relacionados con el cooperativismo y mi intención con este artículo es hacer una reflexión sobre lo que este aporta en favor de recortar las desigualdades de las mujeres respecto a los hombres.

 

Se calcula que alrededor de un 17% de la población mundial es miembro de algún tipo de cooperativa. Existen cooperativas de trabajo, de consumo, agrícolas, sanitarias, de servicios, de crédito y de viviendas implantadas en los cinco continentes

 

En este marco se desarrolla el cooperativismo de trabajo asociado, un movimiento formado por empresas cooperativas donde los trabajadores/as detentan la propiedad y desarrollan modelos de gestión democráticos.

CONTRA LA DISCRIMINACION, IGUALDAD E INTEGRACION

 

Las cooperativas garantizan la igualdad de sus miembros a través de la propiedad compartida de la empresa en la que desarrollan su trabajo. Por ello cuentan entre sus valores con la igualdad y la democracia, y la no discriminación entre sus principios cooperativos.


La democracia en el trabajo lleva implícita la idea de la igualdad. Es decir, la democracia conlleva el derecho a participar para todas las personas implicadas. Asimismo, la democracia en el trabajo implica reparto de poder y que todas las personas que en ella participan tengan los mismos derechos y obligaciones.


Cooperativismo y feminismo, aceptando de antemano la diversidad interna en cada uno de los movimientos tienen una correlación. En ambas corrientes de pensamiento subyacen los conceptos de igualdad y justicia y ambas tienen como objetivo limitar las relaciones de poder. El cooperativismo busca transformar la relación de poder entre trabajo y capital; en el caso del feminismo, persigue la igualdad en la relación de poder entre hombres y mujeres.


Las empresas cooperativas han permitido la participación de las mujeres en sus consejos rectores en igualdad con el hombre desde los mismos orígenes del movimiento en la Inglaterra del siglo de XIX. La primera cooperativa, creada en 1844, otorgaba idénticos derechos de voto y participación en beneficios a hombres y mujeres. Esto ocurría 50 años antes de que ningún país del mundo reconociese el sufragio femenino y 25 años antes de que en ese país se permitiese a las mujeres casadas poseer cualquier propiedad.


A pesar del paso de los años, esta herencia ideológica se ha mantenido prácticamente intacta en los siete principios cooperativos que resumen la esencia de la identidad cooperativa, y que, lejos de encarnar una declaración vacía de contenido real, inspira hoy la mayoría de los regímenes legales aplicables a las cooperativas de todo el mundo y, por tanto, se traducen en prácticas concretas de funcionamiento también en el ámbito de la igualdad entre hombres y mujeres.

Las cooperativas han sido y son en la actualidad un modelo empresarial en el que las mujeres participan con mayores niveles de igualdad. La media de mujeres en cargos de dirección es superior en las cooperativas que en las empresas de capital.

En 2016 el 38% de la presidencia en las cooperativas de trabajo era ostentada por una mujer, Sin embargo este porcentaje aumenta cuando lo que medimos es el porcentaje de mujeres que ocupan la dirección de la empresa cooperativa, siendo este porcentaje en 2016 de un 43%. En el año 1999 este porcentaje era de un 37%. Lo que significa que en 17 años se ha acortado en 6 puntos la diferencia.

 

LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN LAS COOPERATIVAS, UNA OPORTUNIDAD DE MEJORA


Los datos son claros en las cooperativas el porcentaje de mujeres en cargos de dirección son mayores que en otro tipo de empresas. Además, muestran una evolución ascendente a lo largo de los años. Sin embargo, a pesar de los principios de democracia y equidad de la filosofía cooperativa, las cooperativas están inmersas en una sociedad y en un mercado laboral que mantienen a las mujeres en situación de desigualdad respecto a los hombres. Sólo es mayor su presencia en sectores de actividad más feminizados.


En 2016 los datos del cooperativismo de trabajo asociado valenciano, indican que los hombres representan el 55% de la plantilla y las mujeres el 45%. No es un mal dato, pero si diferenciamos el empleo de socios/as respecto a trabajadores/as vemos que se está produciendo una discriminación


Las mujeres socias de las cooperativas representan un porcentaje del 40% y si hablamos de mujeres trabajadoras no socias en las cooperativas este porcentaje asciende al 64%.
Aquí se deriva una conclusión evidente, que el empleo fijo/socio en las cooperativas aún está en manos de los hombres, y el empleo no socio/eventual está en manos de la mujeres.


Hay muchas razones que pueden explicar esto datos, pero la conclusión es evidente hay un margen de mejora para la igualdad de hombres y mujeres en el cooperativismo de trabajo.

 

Aportaciones que puede realizar el cooperativismo a la igualdad de género


En tres ámbitos el cooperativismo puede acortar las diferencias entre hombre y mujeres:

 

  • En las condiciones laborales: las cooperativas ayudan a mejorar las condiciones de trabajo de las personas socias. De esta manera, las mujeres tienen posibilidad de aumentar el control sobre su trabajo y, gracias a la flexibilidad de la fórmula cooperativa esta favorece la conciliación de la vida familiar, laboral y personal.

  • En la participación en la gestión: un sistema de gestión participativa favorece el papel de la mujer en la empresa, Las mujeres aportan puntos de vista, valores, inquietudes y necesidades diferentes a las de los hombres que enriquecen la eficacia y eficiencia de la empresa.
     
  • En la creación de empleo: la cooperativa se ha demostrado como un instrumento muy válida para la creación de nuevas empresas, así como una vía para sacar de la economía sumergida a sectores que en muchas ocasiones están acaparados por mujeres.

Algún dato más

 

Los datos que antes hemos aportado están un poco sesgados por que en algunas actividades las cooperativas son o fundamentalmente hombres o mujeres los socios/as.


Por eso hemos realizado el siguiente análisis:


En las cooperativas donde significativamente el porcentaje de hombres es mayor que el de mujeres, el 29% de la presidencia la ostenta las mujeres y el 33% ostentan la dirección.


En las cooperativas donde significativamente hay mayor número de mujeres estas ostentan el 53% del cargo de presidentas y el 51% el cargo de dirección,


Y en las cooperativas donde hay igualdad en la composición de hombres y mujer, las mujeres ostentan el 26% el cargo de presidenta pero es bastante significativo el dato del 48% de las mujeres que ocupan el cargo de dirección. Este dato muestra la mayor preparación de la mujer en los últimos años para llevar la gestión de las empresas cooperativas.

CONCLUSIONES


· El trabajo de las mujeres en las cooperativas es más precario que el de los hombres, ocupando con mayor habitualidad los puestos de trabajo temporales y los de tiempo parcial.

 

· Se produce segregación horizontal, al concentrarse la participación de las mujeres en el sector servicios (y fundamentalmente en enseñanza, sanidad, comercio...) y siendo claramente minoritaria en la industria y la construcción.

 

· Se produce segregación vertical, tanto por lo que respecta a la estructura técnica o profesional/laboral (cargos de dirección y categorías profesionales mejor remuneradas) como en la estructura orgánica, societaria (miembros de los órganos de administración y de otros órganos sociales).

 

En definitiva el potencial del cooperativismo en la consecución de la igualdad de oportunidades no está en acciones concretas, sino en sus valores básicos, Por su propia naturaleza y sus principios cooperativos, la cooperación ha ayudado a mejorar las condiciones sociales y económicas en muchos lugares del mundo y aún tienen un rol importante que jugar en ese sentido. Las cooperativas, por su estructura y mecanismos de participación pueden seguir mejorando la igualdad de género.

En tu cooperativa/ empresa/ institución se han implementado medidas para favorecer la igualdad de hombres y mujeres:

  •  SI
  •  NO

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Pepe Albors

Pepe Albors

Hola! Soy Pepe Albors y quiero ayudarte a entender mejor la empresa cooperativa. Creo en la democracia económica, y la cooperativa es el mejor modelo de empresa para llevarla a cabo. No es fácil gestionar y trabajar en cooperativa, la igualdad, la participación democrática, la cooperación, no son fáciles de gestionar. Cuento con una experiencia de 37 años en el mundo cooperativo y os puedo ayudar a que el proceso de conducir un proyecto cooperativo sea más llevadero.

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