En los artículos que escribo para el Blog, hago mucha incidencia en los aspectos que favorecen un buen clima laboral en las cooperativas, para que éstas sean más competitivas y sostenibles a largo plazo. He observado en muchas ocasiones cómo un clima laboral viciado y negativo es el responsable de la muerte de muchas cooperativas.

La pregunta a responder es ¿cómo podemos evitar llegar a una situación donde la comunicación y el diálogo entre los miembros de la cooperativa se rompa y haga que aumente de forma descontrolada el nivel de conflictividad? La buena noticia es que existen soluciones y éstas pasan por ser capaces de poner en marcha estrategias para un buen funcionamiento del equipo de trabajo. Veamos en primer lugar cuál es el elemento fundamental para un buen funcionamiento de nuestra empresa cooperativa:

EL TRABAJO EN EQUIPO
Un buen trabajo en equipo y la creación de equipos sinergéticos son elementos clave para aumentar nuestra productividad, es decir, dar más valor con menos recursos a nuestros clientes.
Y elemento clave para conseguir un buen trabajo en equipo es:

LA COMUNICACIÓN Y EL DIÁLOGO
Es evidente que si no somos capaces de dialogar y comunicarnos adecuadamente será imposible alcanzar un buen trabajo de equipo.
¿Y cuál es el elemento fundamental para que haya un buen diálogo y comunicación?

LA CONFIANZA
Sí, amigos, la confianza entre los miembros de la cooperativa es la clave que nos garantizará un buen trabajo en equipo. Por eso es fundamental trabajar desde el inicio de nuestro emprendimiento cooperativo estrategias que aumenten el nivel de confianza del equipo.

Un proyecto cooperativo es un proyecto de ilusiones y de trabajo compartido, que se tiene que sostener a largo plazo. Así pues, hemos de reforzar los elementos que favorezcan la creación de confianza en el seno de la cooperativa.

Pero, ¿cómo podemos generar un clima de confianza en la cooperativa? La confianza nace del conocimiento que tenemos de los demás, de saber qué podemos esperar de los demás y también de conocernos mejor a nosotros mismos y a los otros.

Os presento La ventana de JoHari, una herramienta efectiva que permite revisar los procesos de interacción entre los miembros de un equipo, explorando cómo fluye la comunicación entre las personas y, así, mejorar la comunicación interpersonal. La Ventana de YOHARI incluye todo lo que conocemos de nosotros mismos y lo que los demás conocen de nosotros.

Como véis hay cuatro áreas perfectamente delimitadas:

Cómo utilizar la “ventana”

Como decíamos anteriormente, lo importante es generar un clima de confianza mutua entre los componentes de la cooperativa. Para ello, debemos trabajar por hacer que el área abierta/conocida sea lo más grande posible, hemos de maximizar entre todos esa área. En la medida en que lo logremos, la comunicación será más fácil, aumentará la confianza y, con ello, mejoraremos el trabajo en equipo y nuestra competitividad.

El aumento del Área Abierta y la consecuente reducción de las otras tres áreas en el modelo de la Ventana de JoHari se puede dar en dos direcciones: la horizontal y la vertical.

En primer lugar, trabajar la dirección vertical significa que debemos ir en la dirección de minimizar el area oculta, que es lo que nosotros sabemos y ocultamos a los demás, y, para ello, lo que debemos hacer es abrirnos a los demás, ser proactivos y asertivos, decir lo que nos gusta, lo que no nos gusta, transmitir cómo las conductas de los demás nos afectan, qué sentimientos y emociones nos producen…, es decir, debemos aumentar el grado de exposición hacia los demás.

Si trabajamos en la línea horizontal, trabajaremos en la línea de reducir “El área Ciega”. Esta área puede ser reducida en la medida en que se pueda incrementar la aceptación de la retroalimentación, es decir, debemos pedir “Feed-Back” a los demás, pedirles con respeto que nos digan sinceramente cómo nos ven, qué les molesta de nosotros, cómo podemos mejorar nuestra actitud hacia ellos, qué perciben de mí que yo no veo y puedo mejorar.

El área desconocida disminuirá también en la medida en que lo hagan las otras dos, ya que trabajar en las dos direcciones antes mencionadas hará que aumentemos nuestro autoconocimiento, que mejoremos nuestra capacidad de gestionar nuestras emociones, de aceptar al otro, de ser menos rigurosos con nosotros mismos y con los demás. En algunos casos puede ser recomendable para reducir el área desconocida apoyarse en profesionales de la psicología.

¿Quién ha de impulsar en la cooperativa estos procesos?

El Consejo Rector de la cooperativa ha de ser el encargado de poner en marcha procesos tendentes a mejorar el clima laboral y el trabajo en equipo. ¿Cómo? Muy facil, invirtiendo recursos en ello:

Formación:

• Curso de inteligencia emocional.
• Curso de trabajo en equipo

Consultoría:

• Sesiones de coaching.
• Estudios de clima laboral en la cooperativa.
• Etc.

Actividades lúdico /recreativas/formativas:

• Comidas/cenas de equipo.
• Viajes conjuntos.
• Asistencia a espectáculos.
• Formación lúdica recreativa (cata de vinos, corte de jamón, yoga, risoterapia, etc.).

Como se suele decir: “el roce hace el cariño”, así que el Consejo Rector de la cooperativa debe programar actividades que hagan que los socios de las cooperativas se relacionen e interactúen, ya que con ello mejoraremos el trabajo en equipo de la cooperativa y, consecuentemente, su competitividad.

Por último, indicar que todo esto lo podemos financiar con la reserva de Promoción y Formación Cooperativa (RPFC) que las cooperativas deben dotar obligatoriamente, pero que en muchas ocasiones no se gasta y se queda como una partida en el balance de la cooperativa.