En la actualidad hay cientos, miles de profesionales de los más variados sectores que dudan si dar el paso y montar un negocio por su cuenta ante la imposibilidad de otras salidas laborales o por el deseo de diseñar un futuro profesional ‘a la medida’. Emprender nunca está exento de riesgos y hacerlo solo puede ser aún más difícil si no se cuenta con una clientela previa que ofrezca cierta seguridad sobre la viabilidad del proyecto a medio plazo. Otras personas deciden probar primero sus proyectos en otros entornos a modo de ensayo. Es el caso de personas que se unen en asociaciones movidas por intereses o inquietudes comunes.

Este fue el caso de los socios de MISTOS COLECTIVO CULTURAL COOP. V. Antes de constituirse como cooperativa de trabajo funcionaban como asociación. “Somos técnicos de sonido y vídeo, gestores culturales, fotógrafos, ilustradores y profesores de audiovisuales. Antes de unirnos en cooperativa la mayoría éramos autónomos con proyectos individuales y problemas de financiación”, nos explican desde la cooperativa.

Después de dos años en la asociación, Ana Castelló, una de las socias, empezó a interesarse por la figura de la cooperativa, se informó acerca de sus características y requisitos y decidió conocer otras cooperativas que ya estaban funcionando. “Teníamos la necesidad de regularizar pequeños proyectos profesionales que sin el apoyo del grupo eran inviables y dar una forma legal a todos los trabajadores. Ese fue el primer paso para crear la cooperativa Mistos en 2014”, explica.

Pasó de asociación a cooperativa de trabajo: “Teníamos la necesidad de regularizar pequeños proyectos profesionales que sin el apoyo del grupo eran inviables y dar una forma legal a todos los trabajadores"

La cooperativa

“Decidimos crear una cooperativa después de comparar diferentes formas fiscales, optando por la que prioriza los intereses del equipo humano. La clave para nosotros fue, “economía social” y “trabajo asociado”, que resume perfectamente lo que necesitábamos y por lo que queremos apostar”. Explica Castelló.
Como es natural, el camino no estuvo libre de dificultades, según nos cuentan “por el desconocimiento de las asesorías y entidades bancarias sobre las cooperativas”.

Ahora, dos años después de iniciar su andadura como cooperativa y de pasar de tres a ocho socios, MISTOS COLECTIVO CULTURAL COOP. V. se ha hecho un hueco en el panorama cultural de la ciudad de Alicante. En el nº 70 de la calle Maestro Marqués de Alicante, ofrecen servicios de producción audiovisual, de eventos, formación en arte y audiovisuales, diseño e ilustración y gestión de proyectos culturales. “Estamos muy implicados en la cultura de esta ciudad y participamos activamente en un buen montón de las actividades que se realizan, si no nosotros directamente como cooperativa, a través de alguno de los proyectos que la integran”, nos cuentan.

En cuanto a su forma de trabajar, MISTOS COLECTIVO CULTURAL COOP. V. comparte espacio físico con otros profesionales en cowoking, en concreto, con una productora de cine, con un creativo y un fotógrafo independiente. “Las sinergias con otros colectivos o profesionales alicantinos es una actitud que siempre hemos practicado y consideramos muy importante”, confirman, algo que combina perfectamente con la filosofía del modelo de organización cooperativo.

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